viernes, 10 de febrero de 2012

Suceso Suave y Súbito


Querido amigo, paso a relatar el suceso vivido hoy por la mañana en la rambla.

A la altura de Malvín, en uno de los bancos, había una monja con un libro religioso a medio cerrar en la mano. El dedo índice como improvisado marcador, señalando quizás algún sector de sus hojas, y la mirada perdida en sus pensamientos. Pocos minutos después de que la pasé, comenzó a lloviznar, me di la vuelta, mire el cielo que estaba semi cubierto por grandes nubarrones de tormenta pero con el sol que persistía en sus bordes, definiéndolos y dándoles una dimensión exuberante. Un arcoiris gigante apareció para atravesar la rambla de un lado al otro. Luego se detuvo la llovizna y el espectáculo, inesperado y sorprendente, se mantuvo por unos segundos mientras la llovizna, ahora convertida en apenas un rocío, se hacía cada vez mas imperceptible hasta que, junto con el arcoiris, desapareció como apareció: suave y súbitamente. Al regresar volví a pasar cerca de la mujer religiosa que seguía con su libro, el índice sumergido en aquellas páginas y la mirada perdida vaya a saber donde. Jamás vió el arcoiris.

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