domingo, 31 de julio de 2011

No puede arrancarse

No hay dos árboles iguales. No importa que hayan sido sometidos a las mismas circunstancias, en su forma nunca serán iguales. Un detalle aquí, otro allí… ellos no necesitan competir para diferenciarse, naturalmente adquieren sus características que los hace únicos. Sin competir, pueden construir bosques de inmensa riqueza y enorme diversidad. Sin embargo hay algo idéntico, mejor dicho… exactamente igual, lo mismo, y eso es su entusiasmo por vivir. Se los puede podar, cortar, incluso talar y a la mas mínima oportunidad seguirán creciendo. Su entusiasmo vibra en su raíz, en lo profundo. Si se arrancan de raíz, muere lo que tiene que morir, pero su entusiasmo, que es la vida misma hecha árbol, no puede arrancarse.

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