viernes, 10 de junio de 2011

¿El mundo y nosotros?

La ceniza del volcán Puyehue llega. Nosotros nos damos cuenta de que lo ocurrido también nos afecta porque lo vemos, aunque Chile sea otro país, aunque sus costumbres sean distintas. ¿Pero acaso la ceniza sabe eso?  ¿Acaso el viento no se dio cuenta? ¿Acaso ese volcán no sabe que es chileno? ¿Que esos no son asuntos nuestros, que su interiror no está habilitado a surcar el espacio aéreo uruguayo? ¿O es tan irrespetuoso que no le importa?¿O será en verdad que los países no existen? ¿O será que las divisiones no existen? Que lo que ocurre en cualquier parte del mundo nos afecta, lo veamos o no, porque no existe división alguna entre el mundo y nosotros, porque no existe tal cosa como ¨el mundo¨ y ¨nosotros¨.

1 comentario:

  1. Logro vislumbrar la idea... y me pregunto, si todo influye, transforma y es transformado por todo (y me maravillo pensando que todo tiene que ver con todo, como ecuaciones exactas inabarcables atemporales e infinitas) entonces, qué es la libertad? porque esta idea me hace sentir un diáfano viento, dentro de un vendaval descomunal y complejo... una sensación de ajenidad, de desposesión de mí aunque yo sea, incluso mientras estoy siendo.
    ya sé, usted me dirá, el vendaval también sos, pero me es imposible de negar, hay algo de mí que quiere ser, rotundamente ser, diferenciarse, no mejor o peor,o sí, pero más allá de toda valoración, Ser.
    Ser el todo, este vendaval, nos vuelve todo y nadie a la vez, usté lo sabe, salvo que ese deseo inherente sea la máxima expresión del deseo de existirse de ese gran "Uno" en cada "uno" de nosotros mínimos, existirse intensa, absoluta y acabadamente. Entonces, quizá sea a través de ese deseo de "liberarse, diferenciarse y extinguirse continuamente" la única forma de que Todo exista sin cesar.

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